viernes, 7 de octubre de 2011

Mañana es solo un adverbio de tiempo...
Tengo la ligera sospecha de que siempre serás mi talón de Aquiles, la tercera piedra con la que siempre tropiezo. Lo digo por la forma que tienes de parar el mundo y la cara de imbécil que se me queda cuando estas cerca.

Tienes 16 años, ¡por el amor de Dios! Sal ahí, salta hasta alcanzar la luna, baila, ríe hasta que te duela la barriga, canta hasta quedarte sin voz, comete locuras de las que jamás te puedas arrepentir... La vida está para eso ¿no? Para vivirla.




En la vida como en el arte, algunos finales son agridulces, sobre todo en lo relativo al amor. A veces el destino une a dos amantes para luego separarlos, otras veces el héroe por fin toma la decisión correcta pero en el momento equivocado. Y como suele decirse, hay que saber elegir tu momento.
Porque 1+1 no siempre son 2, porque el blanco puede ser negro, porque el negro es la mezcla de todos los colores, porque lo más fácil no siempre es lo acertado, porque lo complicado a veces es más atractivo, porque lo atractivo no siempre tiene que ser bonito, porque un "no" a veces es un "sí", y un "sí" a veces es un "no" escondido, porque no es oro todo lo que reluce ni plata todo lo que no brilla, porque comer a veces no te quita el hambre y dormir no significa que descanses, porque estar rodeado de gente no significa estar acompañado, porque se puede soñar despierto, porque la gente cambia, y tú cambias con ellos, que la inmensa mayoría no son lo que aparentan lo acabaras viendo, y aceptando con el tiempo. Porque a veces los ojos hablan más que millones de palabras, porque a veces los silencios son mucho más que las palabras.
Existen tantos valores! A diferencia de los pocos que poseemos..