Pero resulta que entras y sales de las depresiones como si de una puerta giratoria se tratara, que las amigas que tenías quizá no eran tan amigas, o quizá se fueron a vivir a otro lugar,o cambiaron, o que simplemente las echas de menos. Que en cualquier caso construyeron otras vidas en las que ya no estás. Que fallaste más de una vez. Que te equivocaste al elegir amantes y que te enamoraste de más de uno que no sabía ver más allá de su propio ombligo, y mucho menos a la persona que tenía al lado, con todas sus debilidades y sus miedos. Que te cansaste de poner al mal tiempo buena cara.
Que de vez en cuando querrías salir en el colorín y decirlo claramente: Yo no soy perfecta, no consigo todo lo que quiero, no estoy a gusto con mi vida, no me entiendo a mí misma y de paso no entiendo a los demás.
Y te recuerdas que, por supuesto, la vida no es blanca o negra y que hay infinitos matices de gris.
Que hay muchas cosas bonitas a tu alrededor pero que, casualmente, hoy no estás en disposición de verlas
Que de vez en cuando querrías salir en el colorín y decirlo claramente: Yo no soy perfecta, no consigo todo lo que quiero, no estoy a gusto con mi vida, no me entiendo a mí misma y de paso no entiendo a los demás.
Y te recuerdas que, por supuesto, la vida no es blanca o negra y que hay infinitos matices de gris.
Que hay muchas cosas bonitas a tu alrededor pero que, casualmente, hoy no estás en disposición de verlas