miércoles, 4 de enero de 2012

Albarracín (Teruel)




Cuando aprendemos a correr olvidamos cómo caminar, cuando aprendemos a cantar no queremos escucharnos, aquí estamos, en la línea de meta..

Demuestra..
..lo justo para convencerte a ti y no al resto. Cae, levanta cabeza y sé capaz de sonreír al contarlo. Recuerda, no añores. Piensa por ti mismo, déjate enseñar, pero que nadie te diga cómo hacerlo. Alza la vista, mira a tu alrededor, elije tus colores, tus sabores y un nosequé que te haga sentirte diferente. Asómbrate, asústate, maravíllate y vuélvete loco si quieres. Pon reglas a todo menos a ti mismo. Escoge las palabras, calcula los daños, y cuando todo salga mal, arregla lo que puedas y lo que no, déjalo estar. Cuida de lo que merezca la pena. Teme lo suficiente como para hacerte más fuerte, y sufre por todo lo que pueda hacerte más feliz. Ríe, disfruta. Entiende que ayer y mañana no te pertenece..

.A las chicas nos enseñan muchas cosas desde pequeñas:




"Si un chico te incordio es porque le gustas".
"Nunca te cortes el flequillo, así algún día conocerás a un hombre maravilloso y tendrás tu propio final feliz".
Cada película que vemos, cada historia que nos cuentan... nos pide que creamos en ella: El giro al final de la historia, la declaración de amor inesperada, la excepción a la regla.
Pero a veces, estamos tan obsesionadas por encontrar el final feliz que nos olvidamos de leer las señales, aquellas que diferencian a los que nos quieren de los que no, a los que quedarán de los que se irán...
Y es posible que ese final feliz no incluya al hombre ideal.
Puede que... seas tú; recomponiéndote y volviendo a empezar; liberándote para algo mejor que puede haber en tu futuro. Puede que el final feliz sea simplemente pasar página.
O puede que el final feliz sea este; saber que a pesar de todas las llamadas no devueltas, de todos los desengaños, las meteduras de pata, y las señales malinterpretadas... a pesar de todo el dolor y el bochorno, nunca perdiste la esperanza.