miércoles, 5 de enero de 2011

me sentia estúpida esa noche.

Lo sé, llevaba un vestido demasiado corto, y mis ojos estaban demasiado pintados. Pero tenía la esperanza de hacerte enloquecer así. O tal vez encontrar a uno mejor, y olvidarme de todo lo que estaba pasando, de ti. Pero parece que esa noche mi móvil sería mi único acompañante. Porque la música de fondo solo hacía que cada vez sintiera que te necesitara más. Salía de los sitios dando tumbos. La pisada de mis zapatos se oian indecisos e inestables. Y me jodia, porque cuando pensaba en tí sonaban seguros y decididos. Será que yo tenía la culpa de que esto se esfumase como si fuera el humo del cigarro que me estaba fumando

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