Odio saber que te necesito
Ni siquiera sé cómo explicarlo. No puedo explicar con palabras esos cruces de miradas, la forma en que nos miramos a los ojos sin decir nada mientras él enreda sus dedos con mi pelo.
No sabría deciros cómo me siento cuando me abraza con ese cariño que pocas veces ha demostrado, ni cómo son sus sonrisas mientras yo le estremecía dibujando con mi dedo una línea por su espalda. Ya os imagináis de lo que hablo, esos pequeños detalles que marcan la diferencia.
Nunca nadie me ha visto tan feliz, es inevitable levantarme con una sonrisa cada día, y no es necesario decirlo porque sin palabras lo grito a los cuatro vientos!
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